Marcelo Cabido y Marcelo Zak son investigadores principales del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv) de la Universidad Nacional de Córdoba y el Conicet. Analizaron la relación entre la deforestación, la agricultura y la biodiversidad. Alertan que la tasa de deforestación de Argentina es del 0,8 por ciento anual según datos la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), el doble que en el Amazonas (0,38 por ciento).
Apuntan que Córdoba registra una tasa de deforestación del 2,93 por ciento, casi cuatriplica la media nacional y es trece veces mayor que la media mundial (0,23 por ciento). “Las tasas de deforestación sufridas año a año por los bosques cordobeses no tienen parangón a nivel mundial, superando incluso a las correspondientes a bosques tropicales en otros países pobres”, denuncian Cabido y Zak, y remarcan la directa relación con el avance de la frontera agrícola.
“Lamentablemente, Córdoba constituye el más dramático ejemplo del desmonte. Por ejemplo, los procesos de expansión de la agricultura en los departamentos del norte cordobés, entre 1970 y 2000, ocasionaron la pérdida de más de un millón de hectáreas de bosques por conversión a cultivos anuales, principalmente soja”, denuncian Cabido y Zak.
El trabajo de Cabido y Zak precisa la magnitud del problema en cifras. A comienzos del siglo XX la provincia contaba con doce millones de hectáreas de bosques en buen estado de conservación. En la actualidad subsisten 640.000 hectáreas, sólo el cinco por ciento del monte nativo de Córdoba.
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